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miércoles, 4 de junio de 2014

BIOPOLÍMEROS, la verdad desencarnada: El infierno para ser más bellas


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Dr. Cesar Oliveros
El infierno de mi vida
“Me inyecté con una cirujana plástico en Mérida, me vendió el producto como algo seguro, me convencí y me realicé el procedimiento. De un tiempo para acá he vivido un infierno”, relató, María Campos de 40 años, quien desde hace nueve años se inyectó biopolímeros en el área de los glúteos.

La paciente comentó que la médico jamás le indicó las recomendaciones debidas, ni siquiera le dio el nombre real del producto, “la doctora jamás mencionó que no me podía inyectar en el glúteos, hace unos 3 meses me dio un dolor en la espalda y me inyectaron complejo B-12 a partir de ahí se desencadenaron mis dolencias y mi infierno” explicó.
“Inicialmente se me comenzó a poner la parte roja y caliente, luego desaparecía y en cuestiones de meses volvía, hasta hace poco que la reacción fue peor, tanto así que no consigo acomodo cuando me acuesto”, acotó Campos.
Algo más que un arreglo estético
Los biopolímeros son compuestos que están siendo empleados para usos estéticos de manera inadecuada,  son utilizados para rellenar o aumentar cualquier parte del cuerpo, provocando grandes daños en las pacientes que han sido víctima de estos procedimientos.
Estos son sustancias con diferentes orígenes, en mayor porcentaje se trata de silicona líquida adjunta con otros productos y algunas son derivadas del petróleo. El empleo de estas sustancias viene desde hace mucho tiempo en las áreas de la cirugía plástica y en estéticas.
Una vez dentro, estos productos llegan a generar rechazo en el organismo, esto representa un grave problema a la salud pública. Debido a que este producto esta siendo implementado de manera ilegal.
El Ministerio del Poder Popular para la salud en el 2012, publicó en gaceta oficial la prohibición de su uso para fines médicos en respuesta a múltiples denuncias de pacientes a quienes se les administró esta sustancia en diferentes partes del cuerpo en  abundantes cantidades, y a quienes sufren complicaciones graves con lesiones de carácter irreversible, efectos secundarios considerados una patología.
Inyectarse cualquier medicamento en pacientes con biopolímeros puede ocasionar la muerte, y es debido principalmente a la inyección directa del producto dentro de un vaso sanguíneo, lo que llega a ocasionar complicaciones mortales como tromboembolismo pulmonar, con el seguimiento de fallas respiratorias y fallecimiento del paciente.
De igual forma, también puede presentarse un proceso infeccioso importante en el área afectada, se debe principalmente a la contaminación de bacterias hacia el interior de los tejidos, como consecuencia de la ausencia de medidas de asepsia y antisepsia que generalmente carecen en estos procedimientos.
EL doctor César Oliveros, médico cirujano y especialista en el área de biopolímeros, es uno de los pocos que realiza este procedimiento, en lo que va de año ha tratado más de 50 pacientes con problemas de esta patología.
Al final todo es biopolímero
Wendy castillo de 39 años, expresó haberse inyectado hace 3 años. El producto le fue suministrado bajo el nombre de “cinomex” y que no tenía nada que ver con los biopolímeros, siendo esta la misma sustancia. “Al final todo es biopolímero, ¿no?” enfatizó con tristeza.
“Mis dolencias comenzaron hace 4 meses, tuve una fiebre por tres meses y no sabía por qué, me decían que era dengue, luego me dio un dolor en la zona lumbar, tampoco sabía por qué, me explicaban que era un lumbago pero ningún tratamiento funcionaba, hasta que fui a un internista que me examino y dio con que eran los biopolímeros y me estaban migrando”, expresó Wendy.
“La única recomendación que me dieron fue que no me podía inyectar y que me dejara eso quietico, eso fue lo único (…) espero salir rápido de este martirio”, acotó.
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Foto: Archivo
Vivir bajo el bisturí
“Soy operada de biopolímeros y ya voy a mi tercera cirugía para terminar de retirar este producto que se ha vuelto una tortura, desde el año pasado vivo bajo el bisturí”, expresó Martha Ruiz, quien se inyecto hace cinco años.
Ruiz, quien proviene de la isla de Margarita, comentó que ya le han realizado dos cirugías, a causa de que los biopolímeros se le encapsularon en el área de la columna y no pudieron retirar todo, ahora va por la vencida, “Espero que este calvario termina vivo con fuertes dolores y malestares”, acotó.
Al igual que las otras pacientes, el producto fue recomendado como un método seguro y vendido como células expansivas. “En ningún momento me dijeron que no me podía volver a inyectar más”, informó.
“El año pasado me inyecte un relajante muscular a causa de un dolor que me dio en la espalda a partir de ahí se desato una hinchazón y un enrojecimiento en los glúteos, parecía como una alergia, fui a un médico y por la valoración dieron con que eran biopolímeros y que me estaban migrando a la columna”, declaró.
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Dr. César Oliveros
Esto es un problema a la salud publica
El Dr. César Oliveros, mencionó que Venezuela es el único país de América latina donde está prohibido el suministro de este producto tan nocivo para la salud y que no entiende el por qué las personas siguen haciendo el uso de esta técnica  o metodología estética.
De la misma manera, aclaró que las personas que piensan inyectarse deben informarse bien, ya que pueden estar implementando un producto que atenta contra su vida, “No pueden utilizar absolutamente nada que se inyecte en el organismo para aumentar los glúteos, porque eso no existe”.
El producto que normalmente inyectan es ácido hialurónico, “me llegan pacientes de todo el país”, explicó que es un problema que trasciende fronteras y que las pacientes se operan por dos razones, porque el producto migra a la región lumbar y a las piernas o por que rechazan el tratamiento.
Expresó que tienen años luchando con los biopolímeros y que en los últimos dos años han tenido 3.200 pacientes con biopolímeros, es una cifra alarmante. “Las personas siguen inyectándose biopolímeros, a pesar de que la fundación “No a los Biopolímeros” que es de la que yo presido, tiene campañas de concientización, pero todavía las personas se siguen inyectando”.
Manifestó, que vienen trabajando desde hace varios años en una técnica quirúrgica, que no es perfecta pero le ha dado buenos resultados en un 85 a 90% de eficacia, antes era una patología que no tenía tratamiento y aseguró que no todas las pacientes se curan en una totalidad.
Aclaró que las personas deciden colocarse esto, porque es una solución rápida, algo mágico, ya que se recurre a esto sin ir a cirugía, pero sin saber las consecuencias que esto implica, aparte de la poca información que se maneja, la aplicación de los biopolímeros está prohibida desde el 5 de Diciembre de 2012.
En unos cuatro años han muerto 15 personas por biopolímeros y menciona que hay un aproximado de 6.000 mujeres inyectadas. Oliveros hace un llamado a la población a tomar conciencia de este hecho y que no caigan en cuentos, “esto es una bomba” enfatizó.
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Dr. Cesar Oliveros
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Foto: Archivo
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Reaccion de la piel a los biopolimeros 334x300 BIOPOLÍMEROS, la verdad desencarnada: El infierno para ser más bellas
Foto: Archivo
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Dr. Cesar Oliveros


fuente: http://noticiaaldia.com/2014/06/biopolimeros-la-verdad-desencarnada-el-infierno-para-ser-mas-bellas/