Casos Clínicos
GRANULOMA DE SILICONA EN EL PENE "SILICONOMA"
Fructuoso García Díez, Francisco Miguel Izquierdo García1, Manuel Emilio Benéitez Álvarez, Rafael Guerreiro González, Javier Casasola Chamorro, Victor de Blas Gómez, Francisco Javier Gallo Rolanía y Juan Manuel Roa Luzuriaga.
Servicio de Urología1 y Servicio de Anatomía Patológica Hospital de León. León. España.
INTRODUCCIÓN
Desde
la antigüedad, el ser humano tiene interés por mejorar su estética
corporal. En los últimos 30 años, la silicona se usa como material
médico. Hay tres formas comunes de silicona: líquida, gel y elastómeros.
La aparente simplicidad de la inyección subcutánea de silicona líquida,
así como el hecho de que se trate de un material barato, hace que sea
una alternativa popular a la cirugía plástica convencional en algunas
culturas (1,2).
Aunque
considerada biológicamente inerte en un primer momento el compuesto da
lugar a una reacción inflamatoria granulomatosa después de la inyección
con deformación local y migración a otras zonas. Se ha popularizado el
término siliconoma para caracterizar esta reacción a cuerpo extraño
producida por la silicona.
Nosotros
describimos el caso de un paciente que se hizo inyectar silicona
líquida en el tejido subcutáneo del pene para aumentar su tamaño.
MATERIAL Y MÉTODOS
Varón
de 40 años, heterosexual, que consultó porque le fue inyectada una
solución, probablemente silicona, en el pene hacía 8 meses con el
propósito de aumentar el tamaño peneano. Ignora la cantidad de liquido
inyectado. El paciente es un emigrante de origen búlgaro y la inyección
se realizó en su país de origen. Tiene erecciones normales pero desde
hace un mes las relaciones sexuales son muy molestas y comenta que el
líquido inyectado se encuentra en zona distinta a la de la inyección
inicial.
En la exploración todo el tallo peneano (Figura 1)
está edematoso, duro e irregular con la piel firmemente unida al tejido
subcutáneo. Hay un nódulo de unos 3 cm en la raíz del pene y otro de 1
cm en rafe medio escrotal que se corresponden con material inyectado
emigrado. Los testículos y la piel escrotal son normales. No hay
adenopatías palpables. Los estudios bioquímicos de sangre y orina son
normales.
Con
anestesia general se realizó una intervención quirúrgica en la que se
extirpó toda la piel y el tejido subcutáneo peneano llegando hasta la
albugínea y respetando el haz vasculonervioso dorsal. Todo el tejido
estaba infiltrado por una sustancia amarillenta que hacía imposible
separar la piel peneana del tejido subcutáneo y desprendiendo un olor a
"neumático quemado" al usar el bisturí eléctrico. Se extirparon los dos
nódulos, que tenían el mismo aspecto que el resto del tejido. Se enterró
el tallo peneano en el escroto (Figura 2)
y dos meses mas tarde se completó la intervención quedando todo el
tallo cubierto con la piel escrotal. El resultado final de esta
intervención tipo Cecil puede observarse en la Figura 3.
Histológicamente
se observa un tejido subcutáneo del pene con numerosos espacios claros
que corresponde a material extraño (silicona), rodeados por una reacción
histiocitaria y gigantocelular a cuerpo extraño. Muchas zonas son
multivacuoladas.
Un mes después de la última intervención, el paciente tiene relaciones sexuales normales.
DISCUSIÓN
Se
han publicado varios casos de granulomas de silicona en el pene como
resultado de inyecciones subcutáneas de silicona líquida en el órgano
(3-7). La inyección subcutánea de silicona líquida es de uso más
frecuente en personas transexuales para producir feminización de sus
cuerpos (2).
Esta
inyección suele tener efectos negativos, no solo a nivel local, sino,
también por las complicaciones producidas por la migración de partículas
de silicona (2). Se han descrito migraciones en la zona adyacente a la
de inyección del material, así como diseminación linfática, hematógena
y, en algunos casos de implantes mamarios, en zonas tan lejanas como
fosa antecubital y zona inguinal (8). Hay descritas migraciones del
compuesto hacia escroto por inyección subcutánea para remodelar el
contorno de las caderas (9).
Estas complicaciones pueden tener lugar incluso después de un periodo de latencia de 24 años (2).
Las
indicaciones para la inyección de silicona liquida se reparten entre
impotencia y aumento del tamaño peneano, pero no está nada claro el
papel terapéutico de la inyección en esta zona y, aunque Lightermann (6)
publica el caso de un paciente con incremento del tamaño peneano y
disminución de la eyaculación precoz, esta práctica no está justificada,
y los pacientes requieren la eliminación de la silicona con cirugías
importantes. La idea inicial de los pacientes de aumentar el pene y su
felicidad sexual no se ha logrado mediante esta técnica.
Dolor
en el pene, erección dolorosa, impotencia y migración de partículas de
silicona son las secuelas de la inyección, que van a hacer necesaria la
intervención quirúrgica para su eliminación (3,7).
La
silicona va a producir una reacción local granulomatosa a cuerpo
extraño y la aparición de espacios quísticos, pequeños y uniformes, si
la cantidad de material introducido es pequeña, o variar de tamaño y
contorno si la cantidad introducida es grande. Esta reacción
granulomatosa a cuerpo extraño se conoce con el nombre de "siliconoma".
Si
es posible, el tratamiento quirúrgico debe ser restringido a la
excisión de los siliconomas sintomáticos. En algunos pacientes es
posible respetar la piel peneana (7) pero en nuestro caso resultó
imposible por lo que se utilizó piel escrotal con resultado
satisfactorio aunque no se debe descartar el uso de otras técnicas como
los injertos libres de piel.
En
conclusión, la inyección subcutánea de silicona líquida en el pene y en
otros tejidos es una práctica condenable. No hay otra terapéutica
disponible en este momento que la extirpación quirúrgica del material
inyectado.
fuente: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0004-06142005000500013#.U5bauZ8ts4A.twitter