“Fundación no a los biopolímeros”, importante iniciativa en contra de un gran problema de salud pública.
(Isla de Margarita, 20/09/2013)- Hoy
en día existen varias fundaciones que están en contra de la aplicación
de los biopolímeros, una de ellas es la “Fundación no a los
Biopolímeros”. Sandra Febres, vocera de esta fundación, en la Isla de
Margarita, es afectada desde hace 9 años por la inyección de esta dañina
sustancia.

La fundación es presidida por el Dr.
Cesar Oliveros, él es cirujano plástico residente de Maracaibo junto con
María Rosa de Puerto Ordaz quien también es afectada, ella fue la que
hizo el blog “No a los biopolímeros” y a través del blog, que fue
realizado en el 2010, buscó información y apoyo con el Doctor Cesar
Oliveros y de ahí es que nace la “Fundación no a los Biopolímeros” y
luego comenzamos a agregarnos afectadas como voceras, yo me uní el año
pasado, esto es un trabajo sin paga y totalmente voluntario.
¿Cuál es el objetivo de la fundación?

El objetivo de la fundación aparte de
advertir y alertar para que nadie siga colocándose esas sustancias, es
buscar soluciones a todas las que estamos afectadas. Hay que informar,
si este trabajo que muchísimas personas y yo estamos haciendo, se
hubiese hecho hace 10 o 15 años, no estaríamos pasando por esto. La idea
es que se alerten para que no sigan muriendo mas chicas como la que
murió hace poco acá y que no sigan inyectándose porque a la larga eso
siempre va a hacer daño a la salud.
¿Cómo se mantienen en contacto los integrantes de la fundación?
Llevamos un control a través de redes
sociales y teléfonos móviles, tenemos grupos y nos comunicamos por
whatsapp, mensaje de texto o por cualquier medio y del mismo modo nos
vamos conociéndonos.
¿Qué actividades hacen por la fundación?
Nos hemos dado a la tarea de informar
hasta donde podemos, a través de las redes sociales y entregando
volantes aquí en la Isla de Margarita. Hasta el momento eso es lo que
tenemos planeado hacer, entregas de volantes y hacer campañas
preventivas en los colegios, en liceos, en gimnasios para prevenir. Hay
muchas personas que caen en el engaño, porque se consiguen a alguien que
estudió medicina o es médico estético y le dicen que no son
biopolímeros que tienen otro nombre, las envuelven y las convencen.
Nuestro propósito es que las personas sepan que cualquier cosa que se
vayan a inyectar es biopolímeros, es decir, biopolímeros es un nombre
genérico. Como parte de la fundación, el doctor Oliveros ha realizado
operaciones a personas de muy bajo recursos en el Hospital Militar de
Maracaibo.
¿Cuál es su historia como afectada?

Mi historia comienza desde abril del
2005 que me inyecté, en enero del 2006 salí embarazada y los síntomas
comenzaron a aparecer y yo los tomé como parte del embarazado, luego
tuve un segundo embarazo en el 2010 e igual los cambios siguieron hasta
el 2012 que me di cuenta que de verdad estaba pasando algo porque
comencé a sentir muchos más síntomas al nivel neurológico, se me
adormecían las piernas, tenía unos síntomas bien extraños pero no sabía
lo que en realidad era.
¿Cómo supo que era lo que tenía?
Yo me enteré lo que de verdad tenía por
una cuenta de twitter de un cirujano plástico, el Dr. Daniel
Slobodianic, de Caracas, él tiene su cuenta en facebook y en twitter,
por ahí me enteré de toda esta atrocidad, yo no sabía nada, no tenía
ningún tipo de conocimientos, 8 años pasaron sin yo saber nada y
pensando que era otra cosa. Luego me enteré que el Dr. Oliveros hace
algunas consultas especiales en distintas ciudades del país, y en una
oportunidad él fue a Puertos la Cruz y me dirigí hasta allá. Fui con la
resonancia y me dijo que efectivamente tenía biopolímeros y que tenía
que hacerme una operación.
Me inyecte aquí, en una estética que
estaba en Los Robles, totalmente desinformada, y con la doctora que fui
me dijo muchas cosas: que eso no me iba a hacer daño, no me iba a traer
consecuencias, se me iba a desaparecer con el tiempo y el cuerpo lo iba a
reabsorber después de 20 años. Me dijo que eran células expansivas lo
que me había inyectado en aquella oportunidad, fui hace un año con ella a
preguntarle lo que me había inyectado y me dijo que era otra cosa
distinta, un hidrogel que es un producto a base de agua.
¿En cuanto a la doctora que le aplicó la sustancia, existe una carga legal en ella?
Eso es lo que estamos tratando de hacer,
cuando fui a hablar con ella obvio me dijo que lo que me inyectó no
eran biopolímeros, no sé qué pensará ella. Yo todavía no me he
enfrentado a ella, quiero hacerlo de manera legal cuando tenga todos los
documentos que necesito, quiero una indemnización por parte de ella.
¿Tiene planeado hacerse la operación?
Claro, yo me la iba a realizar el año
pasado pero no me la pude hacer porque mi sistema inmunológico estaba
deteriorado, tenía la hemoglobina muy baja. La operación el año pasado
costaba 25 millones ahorita la operación ya va por más de 40 millones.
Para hacerme la operación es horrible porque no la hacen aquí en
Margarita, la hacen en Caracas y en Maracaibo y conlleva a muchos
gastos.
¿Siente algún tipo de miedo que vaya pasando el tiempo y no se haya operado?
Por supuesto, porque a medida que vaya
pasando el tiempo mi situación empeora, tengo un poco de migración del
producto en las piernas y no quiero que se me vaya por completo hacia
esa zona, eso me está afectando y es muy delicado.

¿Existen otros métodos para erradicar el producto a parte de la cirugía?
Hay otros tratamientos, pero en mi
opinión, el método más efectivo para eliminar los biopolímeros es la
cirugía abierta. De esa manera se está eliminando el problema, no todo,
porque los médicos siempre dicen que no se elimina el 100% en una
operación. Muchas personas han tenido que recurrir a dos y tres
cirugías. Está el caso de una chica que lleva más de 15 cirugías.
¿Existe alguna sede de la fundación aquí en la Isla?
No, aquí no tenemos sede, nosotras somos
voceras y la fundación es del Dr. Oliveros, él está a cargo de la
fundación. Es una fundación que él realizó sin fines de lucro, solo
tiene una página web y el twitter dónde pueden buscar toda la
información que necesiten. Esta fundación se realizó desde el principio
por redes sociales, nos fuimos agrupando y casi no nos conocemos entre
nosotras.
Aquí en la Isla hay muchos casos pero
casi ninguna se atreve a contactarnos o no le dan la importancia
necesaria, a veces tienen síntomas o algunas veces no, pero no quieren
darle importancia para no estresarse porque es mucha la angustia. A
veces la angustia produce más síntomas, altera todo el sistema
inmunológico y los síntomas se agravan. Aproximadamente 20 chicas que
padecen de este problema nos han contactado pero solo 5 se han
convertido en voluntarias de la fundación, son muy pocas.
“Hay que tomar medida porque esto no es
fácil, esto afecta la parte sicológica, la parte social y económica y
por supuesto la salud. Ya me quiero operar y quitarme la mayor cantidad
posible. Mejora tu calidad de mi vida, a mi me da mucha somnolencia,
mucho decaimiento, esto te da depresión y a veces me siento que no puedo
hacer muchas cosas. Es muy fuerte porque también tengo que estar
pendiente de mis niños, tengo que ir llevando las dos cosas, a veces
siento que no tengo fuerzas para mí y tengo que sacarlas por ellos”.
Finalizó Sandra Febres, vocera de esta importante fundación.
Con esta historia se debe tomar
conciencia y llevar el mensaje a cuantas personas sea posible, este es
un tema muy amplio que debe ser tratado para evitar que muchachas
jóvenes mueran y salgan afectadas. Historias como la de Sandra, son
historias que deben ser tomadas en cuenta y deben ser propagadas para
alertar a cada persona que tiene pensado hacerse este procedimiento.
pueden contactar a sandra al nro 04264374617
pueden contactar a sandra al nro 04264374617
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